El Judo como terapia social

EL JUDO COMO ESTRATEGIA TERAPÉUTICA EN EL DESARROLLO DE LAS RELACIONES SOCIALES DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES

El objetivo de este estudio fue analizar 160 sujetos con edades comprendidas entre 10+/- 3 años de la corporación JUPSU, quienes llevaron a cabo dos tipos de test aplicando el protocolo de evaluación ACIS, el cual valora el desempeño del sujeto en su forma ocupacional dentro de un grupo social. En este estudio se implemento el #judo como medio terapéutico el cual desarrollo destrezas interpersonales que favorecieron tanto el desempeño social como ocupacional, potenciando relaciones sociales y fomentando la integración social dentro de la comunidad en la cual se desempeñan, de esta forma se promueven no solo respuestas adaptativas sino asertivas a las demandas ambientales. Mediante la ejecución del programa de intervención terapéutica se tendrá como finalidad adquirir objetivos que contribuyan a la interacción, del mismo modo a la socialización de los niñ@s como adolescentes, y por consiguiente equilibrar sus roles ocupacionales tales como la escolaridad. PALABRAS CLAVES: Judo, Habilidades sociales, Modelo de la ocupación humana.

Introducción:

Introducción El judo es una actividad corporal que desarrolla posibilidades socializadoras y aporta desde su propia lógica valores éticos para la formación de sujetos de diferentes niveles etarios. Según Kielhofner, G., (2004) los seres humanos son criaturas socioculturales que coordinan su comportamiento en conjunto, comparten palabras comunes de acción y significado. Kielhofner, G., (2004) determina que la ocupación del mundo social significa que hacemos cosas entre otro y con otros, así como la realización de actividades dirigidas a la expresión, el mantenimiento de la red social de nuestro entorno, la forma en que interactuamos con otros, las reglas que seguimos para abordar hacer el trabajo y el juego o incluso las formas en que nos vestimos y acicalamos son expresiones de nuestra naturaleza social. Estos comportamientos no solo siguen formas sociales de hacer cosas, sino que también sirven para perpetuar los mismos patrones sociales que reflejan. El judo, es utilizado como la herramienta para ayudar a resolver conflictos sociales y promover los procesos de integración y socialización a través del deporte, actualizando de algún modo parte del ideario original de Kano y su aportación al bienestar social (Brondani et alt., 2000). Para Peace (2001), el judo constituye un pilar primordial para la paz, la reconciliación en regiones conflictivas y la creación de una sociedad justa, este se basa en los principios filosóficos expuestos en los escritos y conferencias de Jigoro Kano, con lo que promueve retomar los fundamentos primigenios del Judo Kodokan, y en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En este sentido, se entiende que la enseñanza del judo debe promover la educación en valores acordes con los derechos universales y la máxima de prosperidad y beneficio mutuos. Wilfried Lemke (2009), del departamento de Deporte para el Desarrollo y la Paz de Naciones Unidas señaló: “Además de ser más que un deporte, una fuente de actividad o un simple medio de combatir las enfermedades, el judo es un arte de vida basado en valores fundamentales: el respeto, la disciplina y la ayuda mutua. Para el proyecto Reaçao (2009), el judo se basa en la fuerza del deporte como elemento crucial del desarrollo humano, que fomenta el potencial de los niños y adolescentes en las dimensiones cognitivas, productivas, sociales y personales. El judo, tiene sus principios educativos basados en la disciplina, el respeto y la no violencia, En este sentido, se considera que la práctica del judo sirve para que los niños recuperen parte de la autoestima, determinación y confianza sí mismos. Según Villamon. M., (1999), Los beneficios del judo, son un aporte para la canalización de la agresividad y frustración exteriorizándose en forma de conducta deportiva así como un medio para el desarrollo del carácter y la motivación de respeto hacia las normas y hacia los demás; el judo enseña a controlar y canalizar las emociones y su afectividad, liberándolas bajo una forma de conducta deportiva que sigue siempre un código moral heredado de la cultura oriental de la que proviene el judo, para ayudar a moldear aspectos del carácter de una forma óptima, como son el control la atención y la concentración.

Fuente: judocamv.wordpress.com 

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